Todos estamos de acuerdo con que el manocompeticion es un juego que no se inventó en los últimos años, lo jugábamos en las veredas y en las calles, cuando Buenos Aires no tenía el tránsito infernal que tiene en la actualidad. Con el resurgimiento del hobby, su instalación en plazas y parques, con la cantidad de participantes y una incipiente "profesionalización", se fueron mejorando aspectos de la competencia para hacerla menos problemática y más amena.
Antes del nacimiento de APAMACO, hubo un campeonato donde no existía reglamento, era todo amateur. Una de las causas que mayores discusiones traía era el tiro en curva sobre la línea interna, lo que llamábamos tiro " finito". No había carrera que terminará sin una pequeña o gran discusión por ese motivo.
El que trajo la primera solución fue Marcelo Vivo, uno de los fundadores de APAMACO. La idea era sencilla pero de excelencia, no costaba nada salvo juntar tapitas de gaseosa. El método era simple, colocar tapitas en los lados internos de la curva un par de centímetros fuera de la pista, el que tocaba la tapa, quedaba en ese lugar si no salía de pista. La primera vez que se puso en práctica fue en la quinta fecha del primer campeonato en el año 2010, 11 de setiembre para más datos.
El siguiente paso fue utilizar tapas de bidones de agua mineral, más grandes y por lo tanto más visibles, lo cual siguió achicando los márgenes de error que todo sistema tiene. Un día pasó lo inesperado, estando en el Parque Rivadavia comenzó a soplar viento fuerte y hubo que ponerle piedritas a las tapas para darles algo de peso y evitar que se movieran. La consecuencia para la siguiente prueba fue ponerle plastilina o masilla debajo y adherirla al piso.
El sistema estaba bien pero era un derroche de plastilina por lo que se resolvió llenar definitivamente las tapas. Así se fueron solucionando los problemas de dentición.
El sistema estaba bien pero era un derroche de plastilina por lo que se resolvió llenar definitivamente las tapas. Así se fueron solucionando los problemas de dentición.
El espíritu en APAMACO es inquieto y es destacable el aporte de muchos pilotos para mejorar aspectos que hacen a un producto de mayor calidad. Es así que en 2013, Javier Cortijo "armó" un nuevo estilo de tapas, un combinado de tapa de gaseosa con peso y un corcho para darle altura, todo pintado de naranja para mayor visibilidad. Dicen que por Caballito, para esas fechas, hubo gran demanda de vino y uno de los motivos fue la familia Cortijo... No se quedó quieto Javier, al tiempo ideó con las mismas tapas, un sistema de a pares unidas por un plástico. La modernidad se acercaba a cada paso y además le daba un toque de calidad al trazado de la pista.
De esta manera, se llegó al 2016, año que se procedió a dar otra vuelta de tuerca. Algunas veces, el toque a la tapa era imperceptible, lo cual creaba la duda y ponía en discusión a jueces y pilotos, aunque era muy esporádico, no dejó de preocupar a la CD. La solución llegó de la mano de Hot Fingers que crearon un pilar de caucho provenientes de los neumáticos de la firma, lo cual trajo una nueva vuelta de tuerca reglamentaria. ahora si un auto toca el pilar y éste no se cae, sigue a ritmo normal de marcha, obviamente si no se sale de pista. El sistema tuvo una unánime aprobación de los pilotos y hasta el momento, funciona a la perfección.
Éste es un ejemplo del avance de la actividad y de la creatividad de sus participantes. Con tiempo, vamos a ir explicando otras mejoras y novedades, para ver cómo se llegó a una actualidad tan brillante y diversa. Nos leemos en breve.
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