MUY IMPORTANTE

Si algún término o párrafo de los reglamentos vigentes, pudiese dar origen a cualquier tipo de dudas, se solicita que el participante se abstenga de interpretarlo según su propio y personal criterio y se lo comunique a la C.D. de APAMACO, ÚNICAMENTE a través de mensaje privado, para su correspondiente aclaración.

Muchas gracias

lunes, 4 de diciembre de 2017

HOGAR FLORECER: UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE



Cuando uno de los integrantes de APAMACO propuso la actividad, enseguida tuvo respuesta afirmativa, lo que no llegamos a mensurar era la intensidad que iba a tener en aquellos que participamos.
El Dr. Adrian Rosa, a través de su amiga Miriam, nos solicitó un pequeño aporte para un hogar de chicos con retraso madurativo. Era hacer una carrerita para que los chicos la vean, participen y puedan organizar su propio juego. No hubo duda en la respuesta y nos pusimos manos a la obra. Lo primero era lograr juntar alguna donación en forma de ropa, artículos de limpieza, alimentos no perecederos, elementos de esparcimiento para los chicos, todo lo que pudiera servir para aliviarles y alegrarles la vida. Lo siguiente era preparar algunos autos para realizar una carrera y dejarlos para que los pudieran volver a utilizar cuando quisieran. Ambos pasos fueron cumplimentados, solo restaba esperar que llegará el día señalado.
Sábado, 10 de la mañana, parte la caravana de dos autos rumbo a Merlo, lugar donde está situado el Hogar Florecer. Acompañaba la delegación de APAMACO, Mario, periodista que tiene un espacio en el programa “El Palermo de los Simios” que se emite por FM La Tribu (88.7 Mhz), los domingos de 13 a 15 hs., que inicialmente quería conocer el ambiente de manocompetición y terminó participando en el evento y contando su experiencia en el programa al día siguiente.
Al llegar, lo primero que se palpa es que la zona es humilde, de casitas bajas con terreno para destinar a jardín, calle de tierra y silencio, mucho y reparador silencio, solo los pájaros se encargaban de poner música al momento. Y allí, Carlos Otero, Fabián Mossato, Gabriel Cassanello, Adrian Rosa, Mario y yo descubrimos un mundo distinto al nuestro.
Apenas los autos frenaron frente al portón de entrada, los cuatro chicos que viven allí más Mirian y Walter, psicólogo social que los asiste, salieron a recibirnos. La excitación de los chicos era evidente, hermosa, espontánea, parecíamos los Beatles llegando a Inglaterra después de una gira triunfal. El vínculo nació al instante, no hubo tanteo ni acciones de estudio como pueden hacer los boxeadores en el primer round. Para nosotros, fue knock out, directo a la mandíbula.
La actividad la centramos en el jardín, acompañados de tres cusquitos amigables que son de los chicos, donde conocimos las diferentes habilidades de cada uno y un poquito de su historia. Duras historias de vida porque son chicos adolescentes, con mucha carencia de afecto familiar, suplido por el inconmensurable laburo de Mariana, Viviana, Walter, Miriam y Alejandro, chico que vivió en el Hogar, estudió para ser asistente y ahora ejerce su tarea y brinda su experiencia para que los chicos tengan mejor calidad de vida. Tienen un hermoso trabajo, lo hacen con mucho amor pero que a veces resulta ingrato.
De inmediato nos dimos cuenta que la carrera no se iba a realizar porque la competencia pasó a ser una picada, demostrar quién llegaba más lejos con un auto y así se divirtieron un buen rato. Nosotros, en tanto, aprovechamos para ver cómo viven. Tienen su cocina, su salón de eventos, sus dormitorios, todo muy espartano, desordenado como todo lugar donde habitan adolescente, pero limpio, muy limpio. Después llegó el turno de conocer las habilidades de cada uno. . Por ejemplo, a Pato y Joaco les encanta los autos y nos mostraron sus autos a “pila”, un BMW de plástico duro (Pato) y una 4X4 ¡¡¡hecha de cartón!!! (Joaco). Las hacían correr por la galería cubierta y dibujaban “donuts” como cuando un piloto festeja haber logrado un buen resultado. Ramón es hábil haciendo dibujos, macramé y jardinería y nos mostró un escudo de River dibujado por el mismo de muy buena factura. Además prometió hacerle un cuadro a APAMACO. A Santy le gusta la carpintería, dibujar y estar con los perritos, es el más activo, se mueve por todos lados. A Lucas no lo pudimos conocer porque estaba pasando el día con familiares.
Para los que estuvimos fue un baño de realidad, conocer un mundo que sabemos que existe pero que no alcanzamos a dimensionar. Nos provocó un shock del cual, quien escribe, todavía no pudo reponerse. Muchas veces nos hacemos problemas por cosas que no valen la pena, cuando salimos del Hogar, vimos donde hay verdaderos problemas, donde hay laburantes que son luchadores de la vida, que le ponen el hombro por vocación y que la mayoría de las veces no son reconocidos. El shock fue tal que tenemos la intención que APAMACO apadrine dentro de sus posibilidades al Hogar, hacer acciones para recolectar todo lo que puedan necesitar y sobre todo, realizar visitas periódicas porque lo que más necesitan los pibes es afecto, ese que le negaron durante toda su existencia y lo tienen que encontrar en aquellos que los cuidan, educan y, que en definitiva, se transformaron en su familia.
Todo esfuerzo es poco pero vamos a intentarlo, coordinando con el Club Imperio Juniors a través del amigo Rosa y con quienes se ofrezcan para tal fin. Esperemos que a partir de ahora, muchos más se sumen a la movida. Si logramos la felicidad de esos pibes, vamos a sentir el alma plena, como la sentimos los que estuvimos allí.
Experiencia emotiva, increíble, motivadora, dura y para reflexionar, esperemos que sea un punto de partida y no un momento esporádico. Ya conocemos el paño, hay que transformar las palabras en acciones, en eso estamos.
Marcelo D. Lauria

1 comentarios:

Un emocionante relato de lo vivido. Un grupo loco para correr y loco para ayudar. Mil gracias por ayudar, cualquier ayuda, por poco que sea, suma y mucho...m

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