DEDOS CALIENTES PARA LLEVARSE LA CENTENARIA

¡Y por fin llegó el día! La última fecha del Campeonato APAMACO de Manocompetición no era una más, no era solo la que definía la corona anual, tenía un plus muy significativo. Ese plus estaba dado porque la Asociación cumplía la carrera N° 100 a pocos días de su décimo aniversario.
Aprovechando esta especial circunstancia es que se previó realizar la fecha en el circuito RG, cedido gentilmente por el Sr. Raúl Gurrado, administrador del club, para que todo terminara en un almuerzo entre los concurrentes. Lindo motivo, festejar los 10 años, las 100 carreras y el fin de temporada y también, de esta forma, se van dando los pasos para lograr que la actividad sea una unión y no una sorda disputa. Desde APAMACO, los pasos se fueron dando, se comparte pista con ACAM y se utilizaron los predios de AMCO y RG, son hechos, no palabras.

En una tórrida jornada, se dirimía el cetro, al cual llegaban con posibilidades, “Uvita” Mossato, “Desastre” Lauria y Raúl Campero. Este último no fue de la partida y el duelo fue de dos… aunque ni duelo fue. Además, se sumaron cuatro debutantes absolutos para llegar al número de 21 pilotos.
Cuando el sol ya pegaba fuerte, se dio inicio a la clasifica que iba a determinar los lugares de partida para la gran final. Prevaleció José Luis “Pepino” De Luca con un veloz De Tomaso, seguido por Cristian Mesuraco, que tenía la posibilidad de subirse al podio anual si lograba una buena suma de puntos. Ruben Mesuraco colocaba en la segunda fila a su Ford GT40 y lo acompañaba en la segunda fila, el campeón saliente, “Bebe” Cassanello, ya sin chances de defender la corona ¿Se preguntan por los contendientes del campeonato? “Uvita” se ubicaba noveno y “Desastre” decimo octavo, dándole tranquilidad al vejete para encarar una carrera tranquila.

Al darse la luz verde, “Pepino” salió a decidido a mantener el lugar de privilegio, seguido por Cristian, que intentaba sumar fuerte. El resto quedó encerrado en un tiro, lo que provocaba que los competidores se cuidaran a la hora de lanzar, pensando que un mínimo error lo retrasaba al fondo del clasificador. Justamente fue lo que le pasó al De Tomaso N° 32 y al paso de la vuelta inicial, la punta la detentaba Carlos Niciforo montado en su Lamborghini Countach amarillo, seguido de cerca por el lote encabezado por uno de los rookies, Fabián Palomo, Javier “Mimoso” Chapo, “Bebe”, el Gaita Gonzalez y el tranquilo “Uvita”, que se estaba consagrando campeón dada la mala ubicación de “Desastre”.

En algunos pilotos, la experiencia en la nueva pista era nula o casi nula, lo que se vio a lo largo de la carrera. Quizás, el piso pedía otro tipo de despegue al suelo, otro tipo de cuchara, entonces los más experimentados tenían una pequeña luz de ventaja y la hicieron valer. Se apreciaba el avance del “Peladito” Garcia, de Jorge Traverso, otro debutante, en pos de quedarse con el preciado trofeo centenario. Se comenzó a armar un pelotón de cuatro, cinco autos en la lucha por la vanguardia aunque el segundo pelotón, conformado por otros tantos, estaba a un tiro.
A medida que se acercaba el mediodía, el calor aumentaba y se hacía incómodo quedar bajo los rayos del sol. La temperatura era difícil de soportar. Los autos “hervían” literalmente al tocarlos, el suelo parecía una sucursal del infierno, las rodillas no podía apoyarse sin algún elemento que las aislara del calor y algunos bólidos sufrieron fallas por ese motivo. La cuchara de la Ferrari de Cristian quedó en el camino por la licuación de la masilla que la sostenía, la rueda trasera del Corvette de Adrián Gabriele se despegó y terminaron perjudicados por esos percances.

Al encarar la vuelta definitiva, el “Peladito” de dedos calientes tomaba muy decidido la punta y dejaba atrás al resto pero tuvo un pequeño desliz al pasar bajo el puente y fue alcanzado por Jorge Traverso. Desde allí, fue una lid rueda a rueda para ver quien miraba desde lo más alto del podio cuando bajase la bandera. Un poco más atrás, Nici y Cristian dirimían el tercer lugar. Palomo, que venía bien perfilado, tuvo una pasada de largo al llegar a la curva definitoria y perdió contacto con las posiciones del podio.
Entrando a la recta final, un tiro muy acertado del de Monte Grande lo dejó al borde de cargarse los laureles centenarios y Jorge, ante el riesgo de cometer un error, se aseguró el segundo lugar con un tiro conservador. Detrás, la cuchara le jugó una mala pasada a Cristian y Nici le birló el tercer escanio por nada. De todas formas, el cuarto lugar del de Versailles, lo depositó en el escalón más bajo del podio anual.

A “Uvita” Mossato le alcanzó el quinto lugar para llevarse el Campeonato ante una labor regular de “Desastre” Lauria, que quedó décimo. De todas formas, no opaca que cerraron un año muy bueno para sus aspiraciones.
Después de la entrega de premios, los pilotos confraternizaron, se dedicaron a degustar unos ricos choripanes hechos por las manos ¿expertas? de “Bebe” Cassanello y prometieron verse las caras con renovados bríos el año que viene. Esta fue una temporada muy satisfactoria pero siempre hay nuevos desafíos en el horizonte.

Brindemos por estos diez años, por estas cien carreras, por el fin victorioso de un nuevo campeonato, APAMACO le agradece a todos los que ayudaron y ayudan a mantener viva la llama de nuestro hobby.